La circulaciòn fetal inicia en la placenta donde se realiza el intercambio gaseoso, es decir se introduce oxígeno a la sangre y se extrae de ella el CO2, también se realiza la extracción de toxinas, producto de desechos de los órganos y se entrega en la sangre todos los nutrientes que requiere el feto para su crecimiento. Como es una gran cantidad de sangre que debe salir del feto, son dos arterias las que llegan a la placenta y de ella sale una gran vena. Esta vena umbilical, rica en oxígeno, llega al hígado donde se une con la circulación portal, de esta, cerca del 50% se queda en el hígado y el otro 50% pasa a la circulación de la vena cava inferior por medio del ductus venoso (una pequeña comunicación de las dos circulaciones), este ductus tiene dos funciones, desviar alrededor del 50% de la circulación hepática hacia la vena cava inferior y aportar presión a la circulación para que asciende por la vena cava inferior. Esta circulación mezclada en las arterias se llama circulación en paralelo, pues por los vasos mayores circulan los dos tipos de sangre, oxigenada y desoxigenada. Al llegar la sangre a la aurícula derecha, se dirige preferencialmente (gracias a la presión ejercida por el ductus venoso) hasta el foramen oval, un orificio que se encuentra entre la aurícula derecha y la aurícula izquierda (en el tabique interauricular), esto con el propósito de que la mayor sangre oxigenada pase al lado izquierdo del corazón, posteriormente a través de la válvula mitral, la sangre rica en oxigeno pasa a la aurícula izquierda, la cual se encuentra solo en su 25% de funcionamiento, para después ser eyectada a través de la aorta y así la sangre más rica en oxigeno perfundirá las coronarias y los vasos cerebrales. la sangre desoxigenada que proviene del cerebro, el tórax y los miembros superiores a través de la vena cava superior, ingresa a la aurícula izquierda, al igual que la de los miembros inferiores y los intestinos que ingresa por la vena cava inferior; al igual que en el adulto esta sangre pasa a través de la válvula tricúspide hasta el ventrículo derecho y posteriormente asciende por la arteria pulmonar, pero al llegar a las ramas pulmonares, se desvía por el ductus arterioso hasta la aorta descendente, para unirse con la circulación sistémica. En la vida fetal, las resistencias pulmonares se encuentran elevadas, es decir, se encuentran prácticamente cerradas para impedir que la sangre desoxigenada pase a los pulmones, ya que ellos están llenos de líquido amniótico, solo el 15% de esta circulación pasa al lecho pulmonar. Este tipo de circulación el feto tiene su gran cambio cuando él bebe nace. Para el primer llanto, el bebe debe tomar una gran cantidad de aire en sus pulmones, haciendo que se llenen de sangre, la cual toma a través de la arteria pulmonar proveniente de la aurícula derecha, aumentando el volumen sanguíneo en las ramas pulmonares y provocando el cierre del ductus arterioso, más o menos a las 92 horas de nacido se cierra totalmente; al soltar esta gran cantidad de aire y emitir el llanto los pulmones expulsan la sangre a través de la vena pulmonar provocando el cierre del foramen oval y dirigiendo la sangre de la aurícula izquierda al ventrículo izquierdo, cambiando así de una circulación paralelo a una circulación serie, que es la que se tenemos normalmente. Estos son los cambios anatómicos que se presentan internamente en el corazón al momento de nacer. La circulación del feto cambia de paralelo a una circulación en serie, la cual es llamada así por tener dos circulaciones diferentes, la menor que es la pulmonar y la mayor que es la sistémica.